10 datos interesantes sobre Estonia

La República de Estonia, un país báltico situado en el norte de Europa, es una de las zonas menos pobladas de la Unión Europea. Limita al norte con el Golfo de Finlandia, al este con Rusia, al sur con Letonia y al oeste con el Mar Báltico. Aquí te dejamos algunas curiosidades de Estonia que quizás no conocías.

1. Bandera

La bandera de Estonia ondea en la nieve.

Tiene tres franjas de colores: azul, negra y blanca. El azul simboliza el cielo, el mar, los lagos y el color de la flor nacional (aciano), así como la lealtad a las ideas nacionales. El negro es el color de la tierra y de las chaquetas nacionales, y también representa las dificultades del pueblo estonio. Por último, el blanco es el color de la pureza, la libertad y la esperanza de un futuro mejor.

2. Tallin, capital

Horizonte de Tallin, Estonia

Desde la independencia del país en 1991, Tallin ha sido la capital. Es una ciudad con una larga historia y un gran patrimonio monumental y cultural, por lo que es Patrimonio de la Humanidad. Su casco antiguo medieval es uno de los mejor conservados del norte de Europa, lleno de preciosas casas y callejones, y parte de la muralla que lo protegía aún sigue en pie. Su riqueza arquitectónica es muy notable. Algunos de los monumentos más destacados son la Iglesia de San Olaf, la Catedral de San Alejandro Nevski, la Iglesia de Santa María, el Palacio y Jardines Kadriorg o el Jardín Botánico.

3. música country

Hermosa vista del paisaje de molinos de viento en un campo verde, Estonia, Tallin

La música es muy importante aquí. Son muchos los festivales que se celebran a lo largo del año; El más emotivo y famoso de todos es Lulupidu, el Festival de la Canción, que se celebra en Tallin cada cinco años y está declarado patrimonio cultural inmaterial por la UNESCO. Este es el evento nacional más importante.

4. Pasado trágico

Plataforma de observación en un pantano, Estonia

El pasado de Estonia es dramático: las bajas en la Segunda Guerra Mundial se encuentran entre las más altas de Europa. Representan un porcentaje mucho mayor que en la mayoría de los demás países, a excepción de Polonia, Lituania, Letonia o Bielorrusia. Aproximadamente 10% más de la población fueron posteriormente deportados a campos de trabajo soviéticos.

5. Idioma

Kuressaare, Estonia. casa de un noble de madera en un día soleado.

El idioma oficial es el estonio, que pertenece a la rama báltico-finlandesa de la familia de lenguas finno-ugrias. Tiene muchas similitudes con el finlandés y es uno de los pocos idiomas en Europa que no es de origen indoeuropeo.

6. Uno de los países menos religiosos.

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Su gobierno es laico y, además, su territorio es uno de los menos religiosos del mundo. Un gran porcentaje de la población se considera atea y no profesa ningún culto. A pesar de ello, desde el siglo XVI se ha consolidado como un país predominantemente protestante, siendo la segunda denominación más grande la ortodoxa. También hay presencia de otras religiones, aunque en un porcentaje mucho menor, como judíos, musulmanes, testigos de Jehová, budistas o bautistas.

7. Territorio e historia

Tallin, Estonia. Gaviota blanca en la plataforma de observación al fondo

Estonia se unió a la URSS en 1940 y perteneció a esta unión hasta 1991, año de su independencia. Sin embargo, la mayoría de los países occidentales no reconocieron oficialmente esta anexión y continuaron manteniendo relaciones diplomáticas con sus representantes hasta 1940. Aunque geográficamente es una de las repúblicas bálticas, junto con Letonia y Lituania, sus vínculos culturales son más con los pueblos nórdicos, especialmente Finlandia. Su economía también es muy diferente a la de otras ex repúblicas soviéticas. De hecho, es uno de los países menos endeudados de la Unión Europea.

8. País de las nuevas tecnologías

Hombre caminando en Estonia, contemplando la puesta de sol mientras está acostado en una tienda de campaña

Uno de los sectores en los que destaca su economía es el de las nuevas tecnologías. Es uno de los lugares más conectados de Europa. Es sorprendente que allá por 2005, los estonios fueran los primeros en el mundo en votar en línea en las elecciones. El 99% de los servicios que presta el Estado se realizan a través de Internet y, además, es el país con mayor número de start-ups per cápita de Europa, entre las que destaca Skype. Fue en 1996 cuando el gobierno apostó por las TIC. El objetivo del proyecto Tiigrihüpe era informatizar las escuelas y mejorar el acceso público a la tecnología, algo muy común hoy en día pero revolucionario en su momento. Estonia está a la vanguardia en términos de telefonía móvil e Internet y, además, el sector de las telecomunicaciones es de gran importancia para el PIB.

9. Naturaleza

Sinuoso-camino-forestal-en-estonia

Hay más de 1.400 lagos, lo que representa aproximadamente 4% de su superficie total. Debido a la elevación del paisaje, los ríos se dividen en dos categorías: los que fluyen de este a oeste y los que fluyen de oeste a este. Es curioso que el punto más alto de los países bálticos se encuentre en Estonia, concretamente el monte Suur Munamägi, a pesar de que se encuentra a una altitud de más de 300 metros sobre el nivel del mar. Además, cuenta con más de 1.500 islas, aunque la mayoría de ellas están deshabitadas. Es una tierra muy rural con vestigios de la antigua cultura medieval y vikinga. Por otro lado, más de la mitad de todo su territorio está cubierto de bosques, donde se pueden observar osos pardos, lobos, zorros, conejos y ciervos. El clima es continental húmedo, con veranos suaves e inviernos bastante fríos.

10. Gastronomía

Vista del vacío Pasaje de Santa Catalina en Tallin, Estonia

La cocina estonia es sencilla y sus ingredientes típicos son la carne de cerdo, las verduras y las patatas. Pero debido a su historia de sucesivas invasiones, sus recetas son resultado de una fusión de todas aquellas culturas que han pasado por el país. Entre los platos más destacados encontramos el Mulgikapsad, cerdo con col y patatas; Silgusoust, arenque con tocino y nata; Sült, cerdo con mermelada de lavanda; pirukki, pasteles rellenos de carne, zanahoria y repollo, fritos o al horno; Seljanka, una sopa con jamón, chorizo y patatas, o Kisell, un dulce macerado con zumo de frutas o leche. En cuanto a las bebidas, la cerveza es bastante popular. Los más famosos son el saku y el saare, aunque sin duda el licor más típico se llama Vana Tallinn, dulce, con un ligero sabor a ron y bastante fuerte, aunque con distintos grados de alcohol.